En los últimos años, los préstamos bancarios al sector privado en el país vienen en franco descenso. En marzo pasado, los préstamos en moneda local a los privados representaban el 53% sobre el total de los depósitos de este sector. Si se tiene en cuenta también los préstamos y depósitos en dólares, el ratio disminuye al 48,6%.
Entre 2011 y 2018, el ratio entre ambas variables oscilaba entre el 80% y el 100%. A mediados de 2018 alcanzó el pico y, desde entonces, empezó un recorrido a la baja que condujo a que en marzo pasado representara casi la mitad del máximo alcanzado hace tres años. Así lo refleja un informe de Iaraf, en base a datos del Banco Central (BCRA).
“El préstamo es una vía de progreso para cualquier país, en la medida que esté disponible a tasas de interés competitivas y plazos razonables. En Argentina, los préstamos caen en términos reales desde hace varios años. Es decir, que el país tiene una masa real de préstamos cada vez más chica. Esto dificulta el crecimiento, principalmente de empresas y personas que no acceden a vías alternativas de financiamiento“, resaltó el informe.
El trabajo elaborado por los economistas Nadin Argañaraz y Néstor Grión señala que la masa real de préstamos totales en pesos al sector privado muestra una tendencia decreciente desde 2013. En la comparación de punta a punta de marzo 2011 al mismo mes de este año, el descenso de la masa real es del 16%.
De acuerdo con el informe, si la comparación se hace contra el último máximo registrado en mayo de 2018, la caída de los préstamos en términos reales es del 38,2%. A la vez, al comparar contra diciembre de 2013, la contracción real es del 40,6%.
SOLO UNO CRECIÓ
En marzo pasado, en comparación con los registros del mismo mes de 2011, todos los tipos de préstamos mostraron caídas, excepto uno. Contrario a lo que pasó con el resto, los préstamos de las tarjetas de crédito exhiben un incremento de 63,6% en términos reales en la comparación de punta a punta.
En cambio, los préstamos que presentaron la mayor contracción durante ese período fueron los hipotecarios, que registran una baja real del 45,8%. En segundo lugar con peor desempeño se ubican los préstamos prendarios, que muestran una caída real del 44,4%, seguido por los préstamos personales, que descendieron 43% real.
Los datos indican que en marzo de 2020, el primer mes de la pandemia, en la comparación interanual los préstamos vía tarjetas mantuvieron su nivel real, registrando sólo un leve aumento del 2,7%. En tanto, los préstamos hipotecarios cayeron 32% real, mientras que los préstamos personales disminuyeron 35% real.
“La dinámica de los distintos préstamos a lo largo de los últimos 10 años llevó a cambios de importancia relativa de cada uno de ellos. Los préstamos con tarjeta duplicaron su importancia, pasando del 16% del total en marzo de 2011 al 32% en marzo de 2021. Los préstamos personales pasaron de participar con el 25% a hacerlo con el 16,8% en el último marzo”, agregó el informe.
A la vez, señaló que si se hace un análisis conjunto de los préstamos con tarjeta y préstamos personales, se observa que ambos pasaron de una importancia relativa del 41,3% en marzo de 2011 a una del 49,1% en marzo de este año.
“Es decir, que seguramente ha habido una sustitución de préstamos personales por préstamos vía tarjeta, siendo el principal destino de ambos el consumo tanto de bienes durables como no durables”, detalló la entidad.
El Cronista.