En otra jornada en donde el blue marcó un avance de $2 a $199 y el que surge de la arbitración de bonos superó los $180 -en donde hay intervención oficial-, el presidente del BCRA, Miguel Pesce, y el ministro de Turismo, Matías Lammens, se reunieron de forma virtual con las cámaras bancarias, hoteleras y gastronómicas para impulsar la creación de cajas de ahorro para que extranjeros puedan transferir allí las divisas que utilizarán para su estadía y sean cambiadas no al oficial, sino que puedan aprovechar la brecha de más del 100% que existe por ejemplo en el Segmento de Negociación Bilateral (Senebi).
En el Gobierno se conforman con captar en torno al 20% de las exportaciones por turismo que, antes de la pandemia, llegaban a entre USD5.000 y USD6.000 millones anuales. Es decir, al equivalente a unos USD1.000 millones. El objetivo es abastecer la oferta de dólar MEP para poder reducir su cotización y bancarizar los gastos que quedaban como no registrados cuando los turistas optaban por ir a las cuevas para cambiar sus billetes.
En ese sentido, esta semana la CNV publicó un nuevo criterio interpretativo (el número 77) para que los bancos que se sumen a la iniciativa no tengan que hacer el test para evaluar el perfil de riesgo del inversor, eliminando ese requisito para los turistas extranjeros.
Lo cierto es que por el momento no hay demasiada expectativa por parte del sector privado. En el sistema financiero consideran que todo el proceso es demasiado engorroso para incentivar a los turistas a que se abran una cuenta. Y si bien es menos riesgoso a que traigan el efectivo, las transferencias entre países tienen un costo no menor, de entre USD50 y USD100, dependiendo de si se trata o no del mismo banco.
Uno de los mayores interrogantes es si efectivamente los turistas tendrán el suficiente tiempo como para dedicarse a esa tarea, que implicaría también tener una tarjeta de crédito asociada a la cuenta bimonetaria. De hecho, desde un banco líder advirtieron que “tienen sus desarrollos como las billeteras virtuales” que en este caso no van a poder utilizarse con este fin.
“La operatoria es más compleja de lo que esperaban y tenían la expectativa de que fuera más fácil. No veo en lo inmediato que los bancos salgan a ofrecerlo y las cámaras de turismo recién van a ponerse a ver la letra chica”, resumieron desde una firma financiera.
Por lo pronto, Lammens insistió en que se espera el ingreso de unas 200.000 personas entre noviembre y diciembre tras la apertura de fronteras, y en ese marco pidió “que todos los bancos nos puedan acompañar con esta medida”.
BAE Negocios.