Las prioridades que marcarán la agenda 2021 de los directores de empresas

Las prioridades que marcarán la agenda 2021 de los directores de empresas

Tras dejar atrás un 2020 que sacudió al mundo entero, los directorios de las empresas se preparan para enfrentar un año tan complejo como el que pasó. 

La principal preocupación en la conducción de las organizaciones es la recuperación de la economía, en un escenario donde la pandemia parece aún no tener fin.

Con el foco puesto en el diseño de planes de negocios alcanzables, considerando el actual contexto de crisis, las cúpulas empresariales siguen de cerca, minuto a minuto, las principales variables macro, como la estabilidad cambiaria y la inflación, para así tomar las decisiones que mejor se ajusten a sus estructuras.

Los analistas coinciden en que la agenda 2021 no puede dejar de lado cuestiones fundamentales, que la llegada del coronavirus exacerbó.

Entre las prioridades que marcarán los temas de conversación de los altos ejecutivos este año, los consultores subrayan la evaluación de la composición del directorio, con el objetivo de hacer cambios inmediatos en caso de ser necesario, y la capacitación constante para enfrentar desafíos.

Debemos extraer enseñanzas que podamos capitalizar. Tener un plan de sucesión estratégico es crucial, pero ante la disrupción que se presenta, es posible que descubramos que es necesario agregar habilidades o experiencias específicas al equipoDe ser así, el cambio debe abordarse ahora”, recomienda Alejandro Rosa, socio de la práctica de Gobierno Corporativo de PwC Argentina.

En este sentido, Rosa sugiere ampliar los conocimientos y las habilidades de los integrantes del board, invitando a especialistas externos a las reuniones. “Es cada vez más difícil tener un directorio con todas las skills requeridas para supervisar la estrategia y el avance de los negocios”, señala.

Dos ejemplos de ello se evidencian en temas de seguridad informática e inversiones. “Los directorios contratan a expertos externos en ciberseguridad, banqueros y portfolio managers, al menos una vez al año, para obtener una visión de su organización a través de un lente distinto. La cantidad de riesgos aumenta constantemente y el tiempo de los directores es escaso y valioso. Es el momento de ampliar la perspectiva y no limitarse a escuchar a los miembros de la empresa“, sostiene.

En segundo lugar, la dinámica de trabajo de los directorios debe ser eficiente, a fin de ser exitosos en la búsqueda del progreso. ¿Cómo alcanzarla? “La generación de datos de gestión, la preparación de reuniones, la participación y la construcción de consenso en ellas, y el seguimiento de los temas son clave”, afirma Pablo Taussig, socio de Spencer Stuart.

En este sentido, es esencial modernizar la información que se utiliza para evaluar los status periódicamente. Por ejemplo, cambiando reportes de muchas páginas por tableros de control concretos en la labor de la auditoría interna, las evaluaciones de la cultura y el clima organizacional, y las iniciativas de diversidad e inclusión.

En relación a este punto, se encuentra otra insoslayable prioridad: impulsar la transformación digital, manteniendo a los recursos humanos de la organización al día con las últimas novedades.

“Es imprescindible continuar los planes de incorporación tecnológica ya adoptados, y profundizarlos, en línea con el avance de la economía digital, un soporte fundamental para transitar esta difícil coyuntura”, dice Ariel Eisenstein, socio líder de Auditoría y Aseguramiento de KPMG Argentina.

Tener bajo control el flujo financiero es otro aspecto que traducirá las decisiones en planes de contingencia. “Los directorios deben hacer una medición a fin de guiar a la organización en la crisis”, explica Taussig.

Al respecto, el socio de PwC indica que, según una encuesta que realizó la Big Four, el 67% de los ejecutivos considera que cuestiones impositivas y riesgos regulatorios se ubican entre los temas más urgentes en cuanto a la salud financiera

Por último, según los consultores, los directivos deben ser proactivos en la identificación de nuevas oportunidades de negocio para retomar la senda del crecimiento.

 

La pandemia permanecerá en 2021. Las empresas tienen que aprovechar la oportunidad para emerger más fuertes, explorando cómo las cadenas de suministro pueden ser más resilientes y profundizando las relaciones con sus clientes”, considera Rosa.

Sobre este punto, Eisenstein aconseja tener una visión global de los mercados, desde donde se puede apalancar un crecimiento sostenido para hacerle frente a la crisis.

Al respecto, comenta que “hay que trabajar en entender los cambios culturales que suceden y tienen como principales protagonistas a los consumidores, ahora mucho más exigentes que antes, quienes, sin duda, recordarán en el futuro cómo fueron tratados durante la pandemia”.

El Cronisa.